Continúa la violación del asqueroso moro a la preciosa chica americana
preñada por él mismo en una violación anterior.
Abdul tenía a la futura madre de su
hijo de rodillas y atada a aquel artefacto de hierro en el centro del lúgubre
sótano de su casa de campo. Había estado divirtiéndose de lo lindo con sus
tetones cargados de leche, la había obligado a mamar y tragar la rica leche de
su sucia y apestosa polla.
El moro se guardó la polla dentro de
los pantalones y sacó el cadáver de Nasser de allí. Ya había conseguido
traumatizar a su amada vaquita suficiente con aquel cadáver. No quería que
empezase a apestar y a llenarse todo de insectos. Como ya tenía planeado
asesinar a su compañero de trabajo, había cavado su tumba unos días antes. Metió
al muerto dentro del agujero, y lo cubrió con paladas de tierra encima, hasta
que desapareció de su vista.
Cuando tiró la pala a un lado, golpeó
otra herramienta que había allí tirada. Era una horca de labranza, formada por
un mango largo de madera astillada y podrida, que en uno de sus extremos tenía
encajada una pieza de metal oxidado, formada por cuatro afilados y largos
pinchos. Se le ocurrió otra idea macabra. Cogió la herramienta, y entró con
ella en la casa. Bajó al sótano.
Tyra, al ver aquella horrible
herramienta de tortura se inquietó “DÉJAME
EN PAZ DE UNA VEZ ¡¡HE HECHO TODO LO QUE ME HAS PEDIDO!!” le suplicó.
Él se rio en su cara “JAJAJAJA ¿ESTAS LOCA? ¡¡TE DIJE QUE SERÍAS
MÍA PARA SIEMPRE!! ¡TU NUEVA VIDA SOLO ACABA DE EMPEZAR! PERO TRANQUILA, QUE
PRONTO TE ACOSTUMBRARÁS, Y SERÁS MUY FELIZ VIVIENDO CONMIGO Y CRIANDO A
NUESTROS NUMEROSOS HIJOS.”
Abduld dejó la horca a un lado de
momento. Se situó detrás de su amada y deseada Tyra, y le levantó el vestido.
Ante él quedó a la vista el hermoso culo de la muchacha embaraza, tapado por
unas lindas braguitas de encaje rosa, que iban a conjunto con su sujetador.
Amasó sus nalgas con ambas manos, sintiendo como una poderosa erección empezaba
a abrirse paso en su entrepierna. Había llegado el momento de seguir adelante
con aquella violación a la Diosa de sus sueños y madre de su hijo.
Pasando un brazo hacia delante, el
moro golpeó fuerte con su mano el coño de la adolescente americana, por encima
de las bragas.
“¡¡AAAUU!! ¡¡NO PUEDO SEGUIR CON ESTO!! ¡¡BASTA YAAA!!” se quejó ella, pero como siempre,
sus quejas y súplicas cayeron en saco roto.
El violador dejó su manaza plana
sobre la vagina de su víctima y se la frotó con energía hacia arriba y hacia
abajo “QUE COÑITO MÁS RICO TIENES NIÑA” le
dijo él.
Acto seguido el moro le pellizcó el
clítoris con toda su mala leche, provocándole un gran dolor a Tyra, que gritó
sin poderlo evitar.
“¡¡AAAAAAAAAAHHHH YA VALEEEEEE!!” exclamó ella.
A modo de respuesta, Abdul alzó ambas
manos y las bajó de golpe, soltándole sendos azotes a la vez en ambas nalgas.
La chica dio un respingo.
“¿¿PERO QUE TE HE HECHO YO PARA QUE ME HAGAS ESTOOO??” preguntó ella.
“ESO ES FACIL DE RESPONDER. TIENES LA CULPA POR ESTAR DEMASIADO BUENA,
ESA CARITA DE ANGEL Y ESE CUERPO DE ZORRA” le respondió el violador de manera sincera.
Abdul agarró las delicadas bragas de
Tyra y las destripó, rajándolas por la mitad. Los restos de la tela cayeron
cada uno por una de las piernas de ella. La muchacha estaba inmovilizada en el
artefacto de fabricación casera del moro, arrodillada y con las manos alzadas
por encima de su cabeza. Su torso había quedado inclinado hacia delante cuando
ese tipo asqueroso le obligó a hacerle una cubana y a chuparle su pestilente
polla, hasta tragarse su leche vomitiva. Su prominente barriga de embarazada
quedaba sujeta por unas tiras de hierro con púas que había en el centro del
mismo aparato. No podía hacer nada para liberarse de lo que se le venía encima.
Entonces su captor se fijó en el
cinturón, que había dejado en su cuello cuando amenazó con estrangularla. Se lo
quitó, no porque sintiera pena por ella, sino porque se le había ocurrido una
nueva maldad. Se enrolló la parte de la hebilla en la mano y empezó a golpear
las nalgas y las piernas de la chica rubia con una gran fuerza, dejándole
gordas líneas rojas allá donde el cuero chocaba con su fina piel.
“¡¡¡¡PLASSS PLASSSSS PLAAASSSSS!!!!” el sonido de los chasquidos llenó el sótano.
“¡¡AUUU!! ¡¡AAAAHH!! ¡¡BASTAAAAAAAHH!!” se quejó ella, sintiendo su piel arder.
Pero él no se detuvo, todo lo
contrario. Cuanto más se quejaba la niña, más dura le ponía la polla. El moro
se situó delante de ella y le dio la vuelta al cinturón, dejando la hebilla
metálica en el extremo libre, y sujetándolo por el otro lado. Ella, al verlo,
empezó a temblar de miedo.
“¡¡NOOO…!! ¿QUÉ VAS A HACERME? DETENTE, POR FAVOOOR” le preguntó.
Abdul Sonrió con sadismo a Tyra, y le
respondió “VOY A EMPEZAR A DOMESTICARTE
MI VAQUITA. LA MADRE DE MIS HIJOS NO PUEDE TENER ESTE CARÁCTER. POR CADA GOLPE
QUE RECIBAS, VAS A DECIR EN VOZ BIEN ALTA “GRACIAS MI SEMENTAL” SI NO QUIERES
QUE TE LO ESTAMPE EN TU CARA DE PUTA. ¡¡ESPERO QUE TE HAYA QUEDADO CLARO!!”
Y sin esperar a que ella respondiera,
Abdul golpeó sus dos tetas, clavándole la hebilla con saña “¡¡¡PLAAASS!!!”
“¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH!!!!” se quejó ella. Al ver que el moro alzaba la mano para dejar
caer el cinturón en su cara, Tyra, llorando de manera desconsolada, dijo gritando
“¡¡¡GRACIAS MI SEMENTAAAAAAL!!!”
A ese primer golpe le siguieron otros
diez más, dados en el mismo lugar y con la misma mala hostia “¡¡¡¡PLASSS PLASSSSS PLAAASSSSS!!!!”
Y la pobre rubia respondía como podía
a cada golpe, aunque a veces el dolor, o la velocidad a la que recibía los
golpes, le impedía poder terminar la dichosa frase.
“¡¡GRACIAS… MI… AAAAAHHH… SEMENTAAAAAAAAAL AAAAAUUUU!!” Tyra tenía todo el derecho del mundo
a quejarse. Las tetas le estaban quedando moradas por la paliza, y le saltaban
chorretones de leche pre-mamá a cada golpe. Era una situación del todo
insoportable.
Cuando Abdul hubo satisfecho aquellas
ansias sádicas que se habían apoderado de él, volvió a ponerse en la
retaguardia de la muchacha. No dijo nada, ni avisó a la chica. Sencillamente se
sacó a polla de dentro de los pantalones, la agarró de las caderas y se la
metió hasta las pelotas dentro de su coño adolescente. Fue tal la violencia que
el moro ejerció en aquella vagina nada preparada para follar, que la chica
soltó un berrido atronador.
“¡¡¡¡¡¡¡¡WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!!!!!!”
“¡¡JODER PUTA TU COÑO ES INCREÍBLE!! ¡¡AAAAAAHMM QUE GUSTOOO!!” le dijo él.
Acto seguido, el moro empezó a
bombear de manera enérgica y muy fuerte, metiendo y sacando bestialmente su gorda
polla dura de la raja violentada de la cría. Tyra sentía su coño ardiendo, como
si una gordota barra de hierro al rojo vivo la estuviese empalando. La polla
del moro entraba y salía de manera brutal de su vagina, destrozándosela a cada
embestida que le daba.
“¡¡¡NOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHBASTAAAAAAAAAA!!!” seguía suplicando la muchacha.
Pero Abdul solo se excitaba más y más
con sus ruegos y lloriqueos. La agarró con una mano por su coleta rubia y le
tiró tan fuerte del pelo que a ella le pareció que se lo arrancaría. Tyra
sentía todo su cuerpo completamente dolorido. Tenía que hacer una gran fuerza
con sus músculos, para que con cada poderosa embestida de su violador no se
viese impulsada hacia delante, clavándose las esposas en pantorrillas y
muñecas, y haciéndose daño también en sus rodillas, barriga de preñada, y su
coleta. La pobre adolescente soportaba como podía aquella agresión a su
persona, rezándole a los Dioses, implorando por que aquella insoportable
tortura terminase de una vez, y ese malvado la liberara.
El gordo, sucio y apestoso rabo del
moro atravesaba sin descanso la raja maltrecha de la chica americana. Las carnes
prietas de ese coño juvenil arropaban al rabo intruso con su calidez y humedad.
Abdul cada minuto que pasaba se follaba a la chica con más fuerza y velocidad,
clavándole las uñas en las caderas, y sin dejar de tirarle de la melena rubia
en ningún momento.
“¡¿ECHABAS DE MENOS MI POLLA, EH PUERCA?!” exclamó de repente el chico.
“ME DAS ASCOOOOOO!! OJALA TE MUERAAAAS HIJO DE PUTAAAAAAA!!” respondió ella como pudo.
“¡¡LO SIENTO PRECIOSA VAQUITA, ESO NO VA A PASAR JAJAJAJA!!” se mofó él.
Al moro le ponía cachondo que su
futura mujer y madre de sus hijos se mostrara tan reacia a ser violada por él,
era normal que la chica respondiese así a aquel ataque tan salvaje a su
persona. Pero Abdul quería empezar a mellar la autoestima de la rubia, destruir
su fortaleza interior como estaba destruyendo en ese momento su coño a
pollazos. Así que dio paso a lo que había pensado cuando salió a enterrar a
Nasser fuera de la casa.
Sacó su polla de golpe del coño de
Tyra, que suspiró aliviada. Pero en seguida cogió la horca de donde la había
dejado tirada y miró el mango de la misma. Era de madera vieja y astillada, y
más gorda que su grueso rabo. Ideal para lo que tenía planeado hacer con ella.
Cuando Tyra miró de reojo a su
violador y vio aquel horrible objeto en su mano, sus lágrimas y su terror se
incrementaron “NO POR FAVOR ¿¿QUÉ VAS A
HACERME?? NO ME MATEEES” le imploró.
“CALLA CERDA QUE NO TE VOY A MATAR. PERO ESTO TE VA A DOLER… MUCHO. LA
CULPA ES TUYA POR NEGARTE A ACEPTAR LA REALIDAD. ¡¡DI QUE SERAS MI FIEL ESPOSA
Y AMANTE MADRE DE MIS HIJOS Y TE AHORRARÁS ESTE TORMENTO!!” le dijo Abdul.
Pero ella, que era cabezona como
pocas, y que no pensaba dejarse humillar ni vencer fácilmente, le dijo a su
violador “QUE TE JODAN IMBÉCIL. HAZ LO
QUE QUIERAS CONMIGO. YA NO ME IMPORTA…”
La inocente muchacha creía que pocas
cosas más quedaban por hacerle. Que el moro la volvería a follar, se correría,
y tal vez se dormiría por el cansancio. Quizás cometería algún error y ella
tendría la oportunidad de escapar de aquella casa de los horrores. Pero no fue
así. Tyra aprendió a las malas que hay cosas mucho peores que un moro
pestilente te viole por el coño.
Abdul agarró aquel tridente y se
situó detrás de su amada vaquita lechera. Apoyó el extremo romo del mango contra
su vagina, dejando el hierro con pinchos contra el suelo. Comparó el diámetro
de aquel bastón con la raja abierta a pollazos de la cría rubia. Al menos era
el triple de grande.
“ESTO TE VA A DOLER GUAPA” amenazó, sintiendo palpitaciones de lujuria recorriéndole la
entrepierna.
“¡¡NOOO NOOOOOOOO!! ¡¡¡¡WAAAAAAAAAAAAAAHHHHH!!!!” gritó ella, al sentir la punta de
ese bastón enorme intentando meterse por su vagina estrecha.
“NO SEAS IDIOTA. LO HAGO POR TI. VAS A TENER QUE SACAR ALGO DEL TAMAÑO DE
UN MELÓN POR AQUÍ ABAJO. CUANTO ANTES TE ACOSTUMBRES A TENER COSAS GRANDES Y
DURAS METIDAS EN TU COÑO MUCHO MEJOR PARA TI. YA VERÁS QUE RICO QUE SE SIENTE,
PUTA” le respondió
su violador.
Casi parecía imposible que esa cosa
tan enorme pudiese penetrar el angosto canal de la muchacha, pero una vez que
el moro consiguió encajar la punta dentro, el resto se deslizaba lentamente
dentro del coño.
“¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHAAAHHH BASTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA NOOOOOOOO!!!” se quejaba la pobre rubia, al notar
como aquel gigantesco palo la rajaba por dentro.
El violador tenía que aplicar una
gran fuerza para que el mango de madera avanzara por su camino dentro de la
vagina de la adolescente. La piel alrededor del orificio estaba estiradísima.
Ahí dentro no habría cabido ni un dedo meñique, el palo ocupara absolutamente
todo el espacio disponible. Por mucho que Tyra gritara, pataleara, suplicara,
llorara y le insultara, el moro no se detuvo hasta que notó que había llegado a
golpear la pared del útero con el mango de la horca. La chica americana parecía
haberse quedado sin respiración. O tal vez había llegado a un límite de dolor
tan insoportable que se había desmayado, y por eso ya no gritaba. Pronto lo
averiguaría.
Abdul alzó la herramienta del suelo a
pulso y la sujetó de manera firme con ambas manos “LA PROXIMA VEZ QUE QUIERA FOLLARTE NO TE QUEJES TANTO Y NO SERÁS
CASTIGADA” le dijo.
Acto seguido empezó a meter y sacar
el durísimo y enorme palo de madera astillada de dentro del coño de la guarra.
Abdul vio como pequeños hilos de sangre comenzaban a manar de su raja herida,
cayendo al suelo, como el día que la desvirgó, solo que ahora estaba
completamente despierta.
“¡¡AAAAAANNNGGG PORQUEEEEE PORQUEEEEE PORQUEEEEEEE!!” gritó la cría.
Si la gorda polla de su violador ya
la había destrozado por dentro, Tyra no sabría cómo definir lo que le estaba
haciendo sentir ese loco sádico y pervertido en ese momento.
“¡¡¡ME VAS A DESTRIPAAAAR SACAME ESOOOOOOO AAAAAAAAAAAAAH!!!!” le pidió al moro.
“NO, NO VAS A TENER ESA SUERTE PRECIOSA JAJAJA” respondió el contrario.
Abdul veía como ese gran palo
desaparecía una y otra vez en el profundo coño de la rubia y se excitaba de
manera descontrolada. Era increíble lo que le cabía ahí dentro. Seguro que
pronto podía meterle el puño entero hasta el puto codo y la cerda gemiría de
gusto al sentirle así dentro de ella. Menuda guarra se había agenciado.
Buenas de nuevo Doncella. El relato está bien, pero en mi humilde opinión creo que se ha vuelto demasiado violento.
ResponderEliminarNo se si debería esperarme a que lo concluyeras para comentarte esto, pero en fin, te lo diré ahora.
En general me gusta mucho como escribes y el morbo que das a tus relatos, en concreto en este me ha gustado la idea de que de nuevo la vaquita sea violada por Abdul y la obsesión que este tiene por ella.
Pero creo que la muerte de Nasser y la posterior tortura física a la que somete a la vaquita hacen que el relato pase a ser más del tipo gore que de no consentido.
No quiero influirte ni mucho menos, entiendo que cada relato que escribes tiene sus características, unos serán más fuertes que otros y por tanto gustaran más a alguna gente que otros. Pero quizás este no se correspondía con el espíritu de la primera parte de sexy cown en mi opinión.
Para finalizar solo decirte que te escribo estas criticas constructivas por que me importa lo que escribes y que te considero una de las mejores escritoras de relatos eróticos que he leído.
Para despedirme solidarizarme contigo ya que me parece una injusticia que te hayan eliminado relatos en todorelatos y animarte a que sigas escribiendo, haces pasar muy buenos ratos a mucha gente.
Muchas gracias y un beso!
Mi querido Fritanga...
ResponderEliminarQuizás tengas razón y sea demasiado hard, pero me apetecía probar con todo, con BDSM suave hasta el no consentido más extremo. Cosas de escritora ;p
Tranquilo, que no me lo tomo a mal, y menos viniendo de ti, que eres un lector fiel de este blog ^^
Gracias por tu solidaridad con el tema de la censura, me tiene harta, pero no hay nada que hacer. Por mucho que me queje y envie mails, no recibo respuesta alguna.
Solo queda una parte de Sexy Cow II, la final, que tendrá que ser igual de dura que las dos anteriores, pero creo que luego volveré a mis raices, escribiendo lo que siempre se me ha dado mejor. Un no consentido menos gore y mucho más morboso. Opino como tú en este aspecto.
Otro beso para ti!!
Taquicardico. Esa es la palabra que mejor describe la sensación que me produce leer de un tirón, si de un tirón, tanto está serie de relatos como los de Almudena y los de Maite en Egipto.
ResponderEliminarSon lo de mejor que he leído. La batalla entre la protagonista (mujer escultural e "inaccesible" para el 90% de los mortales) y el hombre (mortal totalmente, con sus características barriobajeras) es sublime. Cabe destacar que lo que más me gusta es cuando el acaba sometiendo a ella y esta acepta su papel.
¿De dónde sacas tanta imaginación? Siempre he querido escribir algo. Pero leyendo tus series, me doy cuenta de que prefiero leerte.
¿Tienes algún nuevo proyecto en mente? ¿Me permetirias sugerirte alguna idea?
Gracias y un saludo.
Querido D,
ResponderEliminarEstoy muy feliz que mis relatos te hayan gustado tanto.
Respondiendo a tu pregunta, los proyectos que tengo en mente ahora mismo es escribir la última parte de Sexy Cow II. Además tengo la serie de Ricky parada, y en algún momento me gustaría ponerme a ello y terminarla, pero para eso necesito tiempo. Tengo algunos relatos más, iniciados y con la trama medio ideada, de los que no voy a explicar el contenido, claro. ^^
Siempre estoy abierta a sugerencias, pero eso no quiere decir que vaya a escribir exactamente lo que me hayas dicho. Siempre que escribo un nuevo relato, o serie, es por que realmente es lo que me apetece escribir en ese momento, lo que más me llama, atrae o fascina. Y si dentro de ese nuevo proyecto me apetece incluir alguna de las cosas sugeridas, bien. Y si no, pues me lo guardo para otro proyecto.
Un beso, amigo lector.
Buenas de nuevo Doncella.
ResponderEliminarDespúes de casi medio año sin noticias tuyas, tengo el temor de que no volveremos a disfrutar de tus relatos.
Si es asi, solo agradecerte los buenos ratos que nos has proporcionado. Ya te lo he comentado con anterioridad, pero insisto: eres de las mejores autoras que nunca he leido en estas tématicas.
Si por fortuna solo es una ausencia temporal, no quiero que este mensaje suene a exigencia, tomate el tiempo que necesites, solo queria hacerte saber que gente que admira tus relatos los espera con mucho deseo.
Muchos animos y un beso muy grande el cualquiera de ambos casos.
Querido Fritanga,
ResponderEliminarLa Doncella no abandonará nunca su hobby más preciado, solo desaparece temporalmente para volver luego con más energías para continuar ^^
Un beso!
Que alegría más grande leerte de nuevo!!! Y que buenos dos relatos que nos has ofrecido en tu vuelta! Esperemos que no tengamos que esperar tanto (ha sido más de año y medio, como pasa el tiempo...) para volver a leer algo tuyo. Ya te daba totalmente por desaparecida, pero entre en "No consentido" de todorelatos y que sorpresa más agradable me lleve al ver tu nombre. Un beso muy grande y muchas gracias.
ResponderEliminarA mi también me alegra tenerte por aquí Fritanga, uno de mis más antiguos lectores. Muchas gracias por tus amables palabras.
ResponderEliminarUn beso grande para ti!