jueves

Alicia en el país de las maravillas‏ (parodia)

Relato escrito en Marzo del 2011. Me encanta el cuento de Alicia, siempre me ha parecido mágico y encantador, y quise hacer una pequeña parodia sexual del mismo. Estoy muy contenta con el resultado. De tanto en tanto, cuando me apetece, vuelvo a releerlo y a reírme con estos personajes tan alocados y pervertidos.




Es una aburrida tarde de verano, Alicia y su hermana descansan bajo la sombra de un gran árbol, leyendo un libro "sin ilustraciones ni diálogos", lo que hace que Alicia empiece a dejar volar su imaginación...

De repente, aparece junto a ellas un gran conejo blanco vestido con chaqueta y chaleco; que mirando su reloj de bolsillo, murmura que llega tarde... entonces, sin mediar más palabra, da un empujón a la hermana y la deja a cuatro patas sobre el césped. El hábil señor conejo aprovecha la postura de la inocente jovencita para levantarle las faldas, y sin más, la penetra por detrás. Alicia, desconcertada, observa con estupor como el señor conejo embiste una y otra vez con su peluda polla a su joven hermana. La mete y la saca a tal velocidad que a nuestra protagonista le cuesta seguir sus movimientos con la mirada. En tiempo record consigue correrse, llenando ese joven coño de su esperma caliente. Y tal como ha aparecido, desaparece, saltando tras unos setos, murmurando que llega tarde...

Alicia empieza a perseguir al conejo, para vengar a su vejada hermana, y sin pensarlo dos veces salta al matorral, dándose cuenta demasiado tarde que al otro lado había un agujero, una especie de madriguera gigante que se adentraba más y más en las entrañas de la tierra. Alicia no siente miedo, pues casi volaba más que caía por aquel túnel interminable... hasta que finalmente sus pies tocan suelo firme. Se encuentra en una gran habitación blanca, y la única salida es una pequeña puerta entreabierta. Por todo mobiliario: una mesa, y sobre ella, una botella que pone "bébeme" y un trozo de pastel que pone "cómeme". Siguiendo sus instintos juveniles, Alicia coge la botella y da un trago a su contenido, acto seguido, nota como sus pechos crecen un par de tallas. Sobresaltada, deja la botella sobre la mesa y coge el pastel. Le da un mordisco y, feliz, empieza a sentir como encoge su cuerpo... ahora ya puede salir por la pequeña puerta.

Al salir fuera se da cuenta que está en una playa, hace un día muy soleado, y frente a ella, corriendo en círculos por la arena, se encuentran un Pato, un Dodo, un Aguilucho y un Loro.

"Venga a secarse con nosotros, señorita" dice el Dodo

Alicia se une a la extraña carrera, a pesar de no estar mojada, pues el estupor por ver estos animales hablando, no le deja pensar con claridad.

"Más rápido" grita el Aguilucho tras ella, y acto seguido, le da un picotazo en el trasero, instándola a correr más deprisa.

"¡Au!" se queja Alicia, y empieza a correr más rápido.

"¡Más rápido! ¡Más rápido!" grita el Pato, y adelanta a Alicia, aprovechando para tocarle un pecho cuando pasa por su lado...

"Eh!" se queja la niña, ya está cansada de aguantar tanto sobeteo... además... ¡¡¡está seca!!! Así que se aleja del grupo, que sigue corriendo en círculos, sin apenas notar su marcha.

Alicia se aleja de la playa, adentrándose en el bosque por un sinuoso caminito de tierra. Entonces lo ve, al maldito conejo que se ha follado a su hermana. "Ahora sí que no se me escapa", piensa la niña, y corre tras él, cuando consigue darle alcance, el conejo la coge por los hombros y empieza a gritarle...

"Mi reloj, me he dejado el reloj en la habitación... ¡¡lo necesito!!"

"...." Alicia mira al conejo sin entender nada. El conejo la zarandea....

"¡¡¡¡Estúpida criada!!!! Es que no me oyes, Mary Ann?? ¡Corre! ¡¡Ve a casa y tráemelo en seguida!! ¡¡Corre!! ¡¡Ve!!"

Alicia prefiere hacerle caso, hacerse pasar por la criada del cojeo y ir a buscar el dichoso reloj, antes que tener que enfrentarse cara a cara con ese chiflado. Llega a la caja del Señor Conejo (según ponía en el buzón) y entra en busca del codiciado objeto. Al llegar a la habitación encuentra en seguida lo que está buscando, y sobre la mesilla de noche, otra botella con las palabras "bébeme". Sin pensarlo, se bebe el contenido de la botella, acto seguido, sus pechos crecen desproporcionados a su pequeño cuerpo de adolescente. Alicia se mira de perfil en el espejo del armario. Sonríe. Sale de la casa para entregarle el reloj al conejo, que espera afuera, golpeando impacientemente el suelo con su pata peluda.

Alicia sale corriendo, arrojándole al conejo su reloj desde lejos, para no tener que enfrentarse otra vez con él, y se adentra de nuevo en el bosque, sin mirar si quiera por donde pisa...hasta que se da de morros con una seta gigante. Sobre la seta, una oruga azul, fumando de una cachimba... la niña ve como los ojos de la oruga pasan por sus pies, su piernas desnudas bajo la falda, su estómago, y si, ya ha llegado a los pechos... la oruga pasea su mirada por los grandes pechos de Alicia, regodeándose en cada detalle... exhala una calada y dice con voz ronca...

"¿Quién eres?"

"Yo... soy Alicia..." responde la niña, incomoda por las indiscretas miradas de la oruga...

"Alicia... ah, eres algún tipo de flor" dice la oruga

"No señor, soy una niña" dice Alicia

"Sabré yo mejor que tu lo que eres... una niña... ¡Ja! las niñas no tienen esas perolas que tu luces, preciosa flor mía..."

Alicia no se acaba de fiar de este tipo, pero siente mucha curiosidad por el cacharro que usa para fumar, le gustaría poder probarlo, poderse sentir adulta de verdad por una vez... la oruga se fija en cómo la niña mira su cachimba, y le dice...

"Ven florecita, siéntate aquí a mi lado, que te voy a enseñar cómo funciona esto, veras como te gustara"

La pequeña se acerca y se sienta a su lado, la oruga aprovecha mientras le da las explicaciones para rozar sus partes con la inocente niña, que no sabe lo que está pasando...

"Ahora pon tu boquita aquí" dice la oruga señalando la boquilla "y coge aire bien fuerte"

Alicia hace lo que le dice la oruga y da su primera calada...

"¡Cof! ¡Cof! ¡Cof!".... le entra la tos, pero enseguida persiste...

"Así, muy bien, lo estás haciendo muy bien" susurra la oruga en su oreja, acariciándole el pezón por encima del vestido... Alicia no se da cuenta de nada, pues es la primera vez que prueba la marihuana y se siente ya volando en las nubes... la oruga se arriesga un poco más y mete su mano entre las piernas de la niña, que se asusta, y de un salto, sale corriendo valle abajo... directa a la casa del Sombrerero Loco...

Cuando Alicia llega a la casa, en el jardín están El Sombrerero, La Liebre y un Lirón, tomando el té. La niña se une a la merienda y comienza a conversar con ellos. Al poco se da cuenta que ninguno de los comensales tiene ni dos dedos de frente y se levanta para irse a otra parte, pero el Sombrerero Loco la aborda por detrás, y de un movimiento la tiene tumbada sobre la mesa, entre tazas de té y pastelitos calientes, con las piernas bien abiertas. El Sombrerero la sujeta por un lado y La Liebre por el otro. No se puede soltar... El Lirón se acerca a ella, y situándose entre sus piernas, le arranca las bragas con los dientes y, sin más preludios, se la mete hasta el fondo de su coño virgen. Alicia se revuelve, sus captores no la sueltan... el bicho peludo en su entrepierna la folla sin compasión, llenándole el coño con su polla dura... el efecto de la marihuana empieza a notarse y Alicia se relaja y desinhibe, dejando que el placer llene cada poro de su piel... ahora la pequeña lo está disfrutando...

"Sigue así... sigue... ¡¡¡Aaaaahh...!!!" grita la niña

El Sombrerero Loco y La Liebre intercambian miradas cómplices cuando ven que la niña se lo está pasando bien. El Sombrerero se acerca a la cara de la niña y le pone el rabo en la boca. Alicia entiende en seguida qué le está pidiendo, abre la boca, y se mete toda la polla dentro. Empieza a mamársela al Sombrerero, mientras pajea a la Liebre con la otra mano y sigue siendo follada por el Lirón... no tardan mucho en correrse en grupo, llenando a la niña de leche animal, sus enormes tetas, su ombligo, su boquita, su coño recién estrenado... nuestros amigos no dan descanso a la niña; ahora la Liebre sienta en el borde de la mesa. Alicia se sienta sobre su polla, metiéndose ese pedazo de carne bien dentro de u rajita bien mojada. Por su espalda aparece a traición el Sombrerero, que escupiéndole sin escrúpulos en el ano, apunta con su verga al estrecho agujero posterior, y sin más, le empieza a romper el culo a Alicia. La niña empieza a quejarse, y el Lirón aprovecha la ocasión para meterle el rabo tieso entre los labios. Ahora con la boca llena de polla, Alicia ya no se puede quejar. Aguanta las locas embestidas del Sombrerero Loco y de la Liebre cachonda, y procura respirar con la polla del Lirón clavada en la garganta... otra vez los cuatro llegan al orgasmo, dejando a la niña pegajosa y cansada, tumbada sobre la mesa del te...

Los tres amigos siguen disfrutando de la merienda, y no se despiden de Alicia cuando esta consigue levantarse, ponerse el vestido como puede y se dispone a cruzar la extraña puerta que hay en el tronco de uno de los arboles del jardín... al cruzar la puerta Alicia se encuentra otra vez en un jardín, que está lleno de hermosas rosas blancas, que un par de naipes de corazones están pintando a toda prisa de rojo carmesí.

Alicia les pregunta "¿Porqué pintáis las rosas?"

Uno de los naipes le responde "La Reina pidió que plantáramos rosales rojos, pero nos equivocamos y los plantamos blancos. ¡Ahora la Reina nos decapitará!"

"¡Tenemos que pintar deprisa las rosas!"

"Os ayudaré" les dice Alicia, y con ánimo de ayudar, coge una brocha y empieza a pintar de rojo las flores del jardín.

Sin darles tiempo a terminar, oyen sonar trompetas, anunciando la llegada de la Reina...

"Tiriii Tiriii"

"¡No nos da tiempo!" dice uno de los naipes asustado

Alicia observa como los naipes chocan entre sí, dejándolo todo pringado de pintura, con las prisas por pintarlo todo de carmesí. Entonces aparece la Reina de Corazones, y observando el espectáculo, grita iracunda...

"¡¡Que les corten la cabeza!!"

Acto seguido aparecen varios naipes con casco y espada y apresan a los naipes jardineros y a Alicia...

"¡Esperad!" grita entonces la reina "No... la cabeza no... mejor aun... a ellos que los sodomicen toda la noche los presos del calabozo. Por cada uno que colabore, antes saldrán libres"

Los naipes palidecen al oír la sentencia de su Reina

"Y la niña..." dice la gruesa Reina "a ella dejádmela a mí, ¡Llevadla al Palacio!"

Alicia siente que se va a desmayar, pero por desgracia eso no ocurre, así que permanece bien despierta cuando la llevan hasta el Palacio de la Reina, donde le dan una ducha de agua fría que la deja tiritando y desnuda, sola en una majestuosa habitación... una gran cama, espejos por todas partes... entonces entran por la puerta la bien entrada en carnes Reina de Corazones y su delgaducho marido, el Rey, con un sequito de naipes guardianes. La Reina se acerca a Alicia, le levanta la cabeza cogiéndola por el mentón, sonríe mientras le mira sus generosos pechos, su chochito de niña, su cuerpecito ideal... La Reina se tumba sobre la cama, se abre de piernas y ordena a Alicia que le coma el coño. La niña se resiste, pero la Reina la amenaza con darle el mismo castigo que a sus jardineros... Alicia no quiere ni imaginar qué clase de seres habitarán las mazmorras de ese extraño mundo... ¿bichos con dos pollas? ¿¿Cosas peores?? No quiere averiguarlo, así que se sube a la cama, acerca su cara al oloroso y gran coño de la Reina y abriéndole los labios del coño con las manos, amorra su boquita a clítoris de Su Majestad y empieza a lamerlo con ganas. Luego saca la lengua y como si fuera una pollita se la mete y se la saca de su mojado coño...la Reina disfruta de esta comida y regala a su sirvienta una buen a corrida Real en toda su cara.

Alicia se apresura a limpiarse bien el rostro y permanece quieta a la espera de la siguiente orden... la Reina empieza a distribuir los actores para la siguiente escena...

"Tu, querido, ponte aquí" dice al Rey, situándolo a los pies de la cama...

"Yo me pondré aquí" y se sube a la cama, poniéndose de cuatro patas, apoyando su cuerpo en el cojín... "Niña, ven, coge esto..." le dice a Alicia, que se acerca y agarra con ambas manos un enorme consolador doble...

"Métemelo en el coño... así... oooooooooh... muy bien niña.... aaaaaaaaaaaah... que manos más dulces tienes, pequeña... ooooooooooh"

La Reina disfruta de la penetración, hasta tener la mitad de la polla de juguete dentro... Su coño es grande, a proporción con el resto de cuerpo, y el aparato se ve del tamaño ideal para ella, pero para Alicia, es como meterse dos pollas normales juntas, es realmente grande este rabo de goma...

"Ahora te subes a la cama conmigo, a cuatro patas, dejando tu pompis contra mi pompis, así poniendo la cara a la altura de la polla de mi marido..." cuando la Reina dice esto, Alicia gira la cara y ¡zas! se encuentra con la polla del Rey en la cara... el hombre es más bien escuálido, pero tiene un rabo que poco tiene que envidiar al de juguete... Alicia abre la boca hasta casi desencajar la mandíbula, y se va metiendo el rabo del Soberano dentro... mientras la Reina sigue dando órdenes, uno de los naipes se acerca, agarra la mitad de la polla que sobresale del coño peludo de la Reina y empieza a metérselo a Alicia por el coño... la niña emite gruñidos de protesta que son desoídos por la Reina, que no tiene suficiente con esto, y al ver a sus soldados tan emplamados, no puede hacer más que invitarles a la fiesta, haciendo que ambos se pongan entre ellas, de espaldas uno del otro, y con ansia y disfrute empiezan cada uno a agujerear el culo que le ha tocado, disfrutando a cada cual mas.

Así tenemos a la Reina, que es follada por el coño por la enorme polla de plástico, que también tiene Alicia ensartada en su raja. Y por el Real culo le entra y le sale la formidable polla de un soldado. La niña tiene la polla del otro soldado metida hasta el fondo de sus entrañas, el coño lleno y la boca ya con el regusto amargo de la leche del Rey... El grupo empieza a moverse, dándose placer unos a otros, eyaculando unos sobre otros sin orden ni control. La orgia dura toda la noche, y al amanecer, se quedan todos dormidos, unos sobre otros, otros dentro de otros... Alicia se duerme limpiándose la leche que los naipes y el Rey han salpicado en su cara...

De pronto, la niña se despierta, apartando con las manos, asustada, unas hojas que han caído sobre su cara. Se levanta y mira alrededor, se da cuenta que todo ha sido un sueño, está en el prado, con su hermana leyendo un libro, a la sombra de un gran árbol... excitada, empieza a contarle a su hermana todo lo que le ha ocurrido en sueños... mientras lo hace siente su culo dolorido... su coño palpitante... ¿y si no ha sido un sueño...? aparta estos raros pensamientos y se va corriendo a casa, a preparar algo de merienda...

Su hermana se queda allí, bajo la sombra del árbol, con el libro cerrado en su regazo, con los ojos entrecerrados, reviviendo lo que Alicia le ha contado... entonces, oye una voz conocida que susurra... "¡Llego tarde!"

Y colorín colorado...

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